miércoles, 22 de julio de 2009

EN DONDE TE ESCONDERAS

jueves, 16 de julio de 2009

Tomás el incrédulo

Tomás el incrédulo

Y no seas incrédulo, sino creyente

Juan 20: 27, 28


“Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente. Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”

¿Ya te ha pasado que quieres creer pero no puedes?, si, hablo de esos momentos en los cuales lo único que te queda es creer en lo que Dios puede hacer, pero por alguna extraña razón nuestra mente se rehúsa a creer de que eso puede ser cumplido.
Tomás era uno de los doce, uno que había sido escogido especialmente por Jesús para que fuera testigo de su Ministerio acá en la tierra, seguramente Tomás había experimentados cosas sobrenaturales, como la alimentación de los cinco mil, como los milagros a los ciegos, cojos o mancos, había sido testigo de cómo Jesús había caminado sobre el mar o calmado la tempestad, había visto los demonios salían huyendo de la presencia de Jesús y de muchos tantos milagros y prodigios que el Señor había realizado.
Pero luego de su muerte, su fe tambaleo a tal punto de no creer en su resurrección, pese a que Jesús lo había predicho, fue tanta la incredulidad de Tomás que dijo tener que introducir sus dedos en las manos traspasados de Jesús y su mano en el costado para poder creer de que se trataba de El.
Es fácil juzgar al incrédulo y mas cuando se trata de alguien tan conocido por su incredulidad como Tomás, pero no podemos negar que nosotros en muchas ocasiones hemos realizado el papel de Tomás ante muchas situaciones en la vida.
En muchas ocasiones hemos declarado que tenemos fe para poder creer en las cosas maravillosas que Jesús puede hacer y más aun cuando no somos los protagonistas de esas situaciones difíciles en las cuales se necesita esa clase de fe y en donde solo el Poder de Dios puede actuar.
Pero cuando de verdad nos toca el turno de ser protagonistas y vemos frente a nosotros esos gigantes llamados: enfermedades, problemas económicos, problemas familiares, desánimos o cualquier nombre que tenga tu gigante, es ahí en donde aquella fe que un día declaramos tener es puesta a prueba.
Lo difícil de todo esto es asimilar en nuestra mente humana e incrédula que Dios puede actuar en dicha situación. A lo mejor muchas veces hemos clamado a Dios, pero detrás de la oración ha estado una enorme sombra de incredulidad, en donde a pesar que estas declarando con nuestra boca creer en lo que Dios puede hacer, nuestra mente esta dudosa de ver los resultados.
Y es que lo mismo le pasaba a Tomás, el había sido testigo viviendo del Poder de Jesús, pero pese a todo eso, su mente no le permitía asimilar de que había resucitado, algo imposible para su mente, pero posible para Dios.
Sinceramente muchas veces no le hemos creído a Dios a totalidad y mientras nuestra fe no sea completa, difícilmente veremos resultados, pero Dios que es grande en misericordia y amor hacia nosotros, pese a que muchas veces no podemos asimilar con nuestra mente su actuar, decide presentarse ante nosotros y decirnos: “Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente”.
Esta frase ha traspasado mi corazón: “y no seas incrédulo, sino creyente”, solo puedo decir: “Ay Señor, cuan incrédulo soy”, si, incrédulo porque mi mente no me deja asimilar lo que mi espíritu si asimila.
Jesús Adrián Romero en una de sus Alabanzas dice: “Mi mente dice no, no es posible”, pero luego dice: “Pero mi corazón, confiado esta en ti, tu siempre has sido Fiel me has sostenido”, cuanta verdad tenían estas palabras escritas seguramente en un momento de conflicto interior en donde había una batalla entre su mente y su corazón, entre no creer y si creer.
Amados hermanos, no se que momento puedas estar pasando, quizá has clamado por alguna petición en especial, pero tu mente no te permite creer que se cumplirá, mas en esta hora Jesús nos motiva a que dejemos la incredulidad aun lado para comenzar a ser creyentes. Eso significa que cuando menos sientas, Jesús estará ahí presente como respuesta a tu incógnita y te dirá que metas tus dedos en sus manos o tu mano en su costado y luego de eso responderemos como lo hizo Tomás: “¡Señor mío, y Dios mío!” (v.28).

Tu petición esta a un grano de mostaza para cumplirse, es hora de comenzar a ser creyentes de verdad y no incrédulos disfrazados de creyentes.

sábado, 4 de julio de 2009

Me quieren robar mis sueño

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Alguna vez se ha encontrado con personas cuyo propósito es robar los sueños de los demás. De seguro que si, “La vida sin sueños no es vida”

Alguna vez se ha encontrado con personas cuyo propósito es robar los sueños de los demás. De seguro que si, puede ser que sea en la niñez, en su adolescencia, en su juventud o también en su adultez. Nunca falta alguien que quiera impedir que usted alcance una vida extraordinaria. Resulta que como ellos han vivido en mediocridad, no soportan que otros triunfen y se dedican a traer desaliento, negativismo y duda.

“Dime con quien andas y te diré si puedes alcanzar tus sueños” PS

Si usted se junta con personas negativas, lo más probable es que usted termine siendo negativa. Usted debe evitar en lo posible a ese tipo de personas que no traen nada bueno a su vida, este tipo de personas se excusan en sus buenas intenciones, para evitarnos un duro golpe, y le dicen que usted no puede lograrlo porque ellos en oportunidades lo intentaron y no lo lograron. Otros le dirán que abandone, que en su familia nunca nadie logro algo importante, ellos no soportan que alguien triunfe. En fin usted estará expuesto a muchos cuentos con el fin de robarle sus sueños.

Hay una ilustración de los cangrejos. Si usted pone a un cangrejo en un tanque sin tapa, lo más seguro será que se salga de el. Si pone a un grupo de cangrejos, ninguno podrá salir. Cada vez que uno intente salir, los demás lo agarraran para evitar que se salga. ¿Será esa su situación?

Eso que pasa con los cangrejos en el tanque también pasa en nuestras vidas, muchas personas a nuestro alrededor tienen temor de vernos salir del tanque, están cómodos y seguros en el fondo, que les gustaría que usted también se quede vagando en el fondo como el cangrejo.

Hay personas a las cuales no les robaron el sueño. Por ejemplo, un maestro llamó a la madre de Tomás Alba Edison y le pidió sacar a su hijo de la escuela porque “era totalmente incapaz de aprender algo”. La madre, avergonzada, lo llevó a casa y ahí ella misma le enseñó a leer y a escribir. La mamá de Edison fue una motivadora excelente, gracias a su ánimo ese niño llegaría a ser uno de los inventores más grandes que ha dado la humanidad. Y como Edison hay muchos como Albert Einstein, Teresa de Calcuta, Walt Disney, Steve Jobs, David Livingstone, Billy Graham, Loren Cunningham, deportistas, artistas, misioneros, pastores, hay mucho héroes de fe que nos inspiran y nos dicen que si es posible alcanzar nuestros sueños.

Cada una de estas personas quienes han visto sus sueños realizarse sobrevivieron a las palabras de desaliento, a los comentarios negativos y burlones de familiares y amigos. Como Martín Luther King Jr, dijeron: “Tengo un sueño” y marcharon tras sus sueños.

No deje que el desaliento gobierne su vida, nunca piense que eres una persona de poco valor, por su tamaño, aspecto físico, condición económica, raza, que nada de esto le limite para ir tras sus sueños. Dios le ha creado para ganar y pagó un alto precio por usted. No deje que el desaliento le atemorice, le llene de miedo, quizás ha tenido intentos fallidos y eso le ha bloqueado, pero no significa que el sueño debe morir allí.

Ninguna persona tiene autoridad a menos que usted se la de para atentar contra su futuro, contra sus sueños. Dios es el dador de sueños y un ejemplo en la biblia lo encontramos en Génesis con el caso de José. José en ningún momento dejo morir sus sueños, no se desalentó cuando fue vendido como esclavo por sus hermanos, no perdió la esperanza cuando estuvo en la cárcel, El hizo todo lo que tenia que hacer y Dios hizo de El un príncipe.

Cuando usted va tras sus sueños, tendrá que lidiar con el desaliento, pero no se desanime. Salga de su zona de comodidad. Todos los que han logrado sus sueños empezaron con grandes esperanzas, trabajo esforzado y poco dinero, así que no se detenga en lo que le detiene y si necesita ayuda busque un coach que le ayude a salir adelante no busque a los “cangrejos”.

Hoy es un buen día para ir por más, la vida es una aventura para ser vivida. Me gustaría conocer que piensas de este tema.

En amor y liderazgo,

Pedro Sifontes