Primero que nada, rara es la vez que Jesús hace una pregunta esperando una simple respuesta. Generalmente, son preguntas con el propósito de hacer pensar a la gente. Por ejemplo, en una ocasión en la que los fariseos querían tenderle una trampa. Querían ver si Jesús sanaba a un hombre con una mano paralizada un día de reposo, violando así ese mandamiento. Jesús, entonces, le pregunta a los fariseos “¿Qué está permitido hacer en sábado: hacer el bien o el mal, salvar una vida o destruirla?” (Lucas 6:9). Jesús formulaba preguntas con la intención de detener a la gente a considerar cosas muy importantes.
En el caso que estamos estudiando, Jesús quería que este joven se detuviera a pensar en lo que significaba dirigirse a él como “Maestro bueno”. Lo primero es que está reconociendo la autoridad de Jesús para enseñar y se coloca en la posición de estudiante. Lo otro es que le llama “bueno”. Esta es la parte que más nos interesa. Esta palabra viene del griego agathos y se define como: “útil, distinguido, honorable”, etc. Aquí entramos en la polémica del porqué Jesús le hace la pregunta: “¿Por qué me llamas bueno?” Es importante que nos fijemos que Jesús no dice “No me llames bueno”, él sólo hace la pregunta, creo yo, buscando que este hombre piense en lo que acaba de decir y lo que implica que una persona reconozca que Jesús es el Maestro bueno. Recordemos que Jesús conocía el corazón de este hombre, sabía sobre sus dudas, sus luchas, las cuales se ven plasmadas la pregunta “¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?”(verso 17).
Por otro lado, Jesús dice “Nadie es bueno sino sólo Dios”. Nuevamente, él no está diciendo “yo no soy Dios”, sino que al contrario, la única forma en la que podría ser bueno es si fuera Dios, por lo tanto, si alguien le llamaba “bueno” reconocía que era igual a Dios. En resumen, Jesús lo está preparando para lo que le va a decir. Es como si le dijera: “Si de verdad reconoces que soy el Maestro bueno, que tengo la autoridad de Dios, me obedecerás. Esto es lo que debes hacer: vende lo que tienes, dalo a los pobres y sígueme.”
Fuente: 180magazine
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