miércoles, 10 de diciembre de 2008

Vive la Vida

JEREMÍAS 29:11-13 (Reina-Valera 1960)
11 Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.12 Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13 y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.(A)

Este pasaje de Jeremías 29:11-13 me lleva a recordar mis años de adolescente cuando cada mañana al salir el sol tenía una idea diferente de lo que anhelaba para mi vida. Un día “Rock Star”, otro día misionero, algunas veces un profesional en cualquier área, no importaba cual, hasta soñé con ser parte de algún equipo de baloncesto de NBA. Lo más interesante es que cuando uno “madura” seguimos con las mismas interrogantes, ¿Qué será de mi de aquí a 10 años? ¿Me casaré? ¿Y cómo será? ¿Encontraré trabajo cuando me gradúe? Cuántas preguntas rodean al ser humano, o mejor, digámoslo así, cuantas inseguridades no persiguen. Miedo al fracaso, orgullo, temor a lo desconocido y todo lo que nos puede venir a la mente.

Pero de repente en nuestras vidas nos topamos con Jeremías 29:11-13, para algunos por primera vez y para otros décima ocasión, pero no importa cuantas veces lo hallas leído, lo que interesa es cuanto amor nuestro padre celestial nos demuestra en este pasaje y que claro podemos ver el reflejo de ese carácter apasionado que Dios tiene por cada uno de nosotros.

Si estudiamos el contexto en el cual Dios pone esa palabra profética en boca de Jeremías, encontraremos que Dios le está hablando a un pueblo exiliado en Babilonia. Un pueblo que durante muchos años Dios trato de llamar su atención para que cambiaran su manera de vivir, ahora ya en el exilio, se derrama la voz de Dios como ungüento fresco sobre sus heridas brindando esperanza y consuelo. Este mensaje de amor aún está vivo en nuestro tiempo. Dios continúa anunciando que sus pensamientos para nosotros son de paz y no de mal para que alcancemos ese fin que esperamos en El. ¿Pero? ¿Qué espera Dios de mí? Lo mismo que esperaba del pueblo de Israel en aquel entonces, una búsqueda genuina lejos de rituales en nuestra moderna religiosidad, una vida en obediencia por amor a El, vivir buscando su reino, o sea, su orden y su justicia.

Vivir con la certeza, seguridad y convicción de cuales son los pensamientos de Dios para los nuestros, es saber vivir la vida, es experimentar esa vida abundante de Cristo, es un caminar diario de la mano de tu Padre celestial hacia una voluntad que es buena, perfecta y agradable.Que bueno es saber que existe un Dios que tiene claro cual es su plan para nuestra vida, ¿no es así?

Fuente: 180magazine

0 comentarios: