jueves, 19 de marzo de 2009

Protege tus sueños - Parte 2

Segundo consejo: Prepárate

Mateo 13:19 advierte: Cuando alguno oye la palabra del reino y no la entiende, viene el malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón. Este es el que fue sembrado junto al camino.

Los sueños son como una semilla. La parábola del sembrador se aplica a toda siembra, sin importar cuál sea. Puede ser Palabra, cariño, conocimiento o actitudes. La segunda cosa que amenaza un sueño y que le impide fructificar es la falta de conocimiento.

Si deseas ayudar a las personas enfermas, entonces debes estudiar medicina, además de orar a Dios y pedir el don de sanidad del Espíritu Santo. Si quieres ser jugador profesional de la liga de fútbol de Europa, debes cuidar tu cuerpo, estudiar en la academia deportiva, entrenarte y aprender. Se nota cuando las personas se preparan para alcanzar sus sueños, así como también es evidente cuando alguien quiere alcanzar algo, pero no sabe lo que está haciendo ni cómo lograrlo.

Un sueño se ve truncado por ignorancia. Es verdad que tampoco podemos ser omniscientes y saber todo, así que con humildad, busca a quienes puedan ayudarte y complementar tus conocimientos. Atraer a las personas ideales a tu equipo de trabajo también es una decisión inteligente para lograr todo cuanto te propongas. No lo olvides, para alcanzar tus sueños aprende, estudia y prepárate.

No es lo mismo querer que en el país haya justicia, que prepararse como abogado y llegar a la Corte Suprema y contribuir con ese sueño. Yo estaba ilusionado con predicar la Palabra. Estudié y llevé un curso sobre cómo hablar en público. Pero en ese curso enseñaban cosas que incluso violaban los principios de valores bíblicos. Entonces me arrodillé ante el Señor y le pedí ayuda.

Le dije: “quiero aprender, dame tu Palabra”. Así que comencé a escribir mis prédicas. Al principio decía más gloria a Dios, amén y aleluya que mensaje. Entonces tuve que esforzarme para eliminar todo lo innecesario y finalmente desarrollé mi propia enseñanza sobre cómo hablar en público, basada en los principios del Señor. Adquirí conocimiento y entendimiento.

Mi esposa es pastora ordenada por un Instituto Bíblico, yo tengo un Doctorado en Ministerios Pastorales, me preparé en las escrituras para poder dirigir con autoridad. Cuando entré al Modelo de Jesús y estudié los sistemas celulares existentes, oré y desarrollé el que Dios nos ha dado y que ahora funciona en muchas iglesias. Yo tenía un sueño que pudo haberse frustrado por falta de conocimiento, pero gracias a Dios no fue así.

Fuente: porsugracia

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